En el montaje que hicieron los operarios de la planta, algo no se hizo bien. Ya que, a los pocos días de su montaje, empezó a fugar. Como atención comercial hacia el cliente, decidimos ser nosotros mismos los que desmontaran el sello mecánico que había fallado. Una vez en planta, observamos que no solo el cierre se había montado mal, sino que, también la bomba había girado en sentido contrario. Una vez desmontado el cierre, se lleva al taller para su reconstrucción. Terminados los trabajos de reparación del cierre, somos nosotros quienes lo instalamos en la bomba.
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